SEGURO A TERCEROS CON LUNAS
Hay asegurados que no tienen claro que coberturas tienen contratadas hasta que tienen un siniestro y llaman a su seguro. Un ejemplo es cuando un cliente llama a su aseguradora para comunicar que se le ha roto el espejo retrovisor de su vehículo y entonces se da cuenta de que esa rotura no entraba en su seguro que tenía contratado, que era "Terceros con Lunas".
Un cliente en esa situación, piensa que los seguros no sirven para nada o que a la hora de pagar siempre ponen pegas de cualquier tipo.

¿Tiene razón el cliente? Rotundamente no. Lo único que le sucede, es que no sabe qué tiene cubierto en su póliza. Un seguro a terceros con lunas, cubre los daños a terceros y las lunas (¡no los cristales!) del vehículo. Es decir, las ventanillas y los parabrisas trasero y delantero, pero el resto de cristales del vehículo, como los espejos retrovisores, no están cubiertos, igual que no lo están los faros, aunque sean de cristal.
Esto es algo que sucede muchas veces; no hay que “pensar” que tenemos algo cubierto, sino que debemos saberlo con seguridad. ¿Compramos un pantalón sin verlo, pensando que va a ser de nuestra talla, o que va a ser de nuestro color favorito? No, claro que no… pues tampoco debemos contratar un seguro sin saber con exactitud qué va a cubrirnos. Si queremos una cobertura específica, debemos hacérselo saber a la persona que nos prepara nuestro seguro, y ella nos dirá si pueden dárnosla.
¿Qué hemos de hacer? Para no perder tiempo peregrinando por las compañías y volviendonos locos leyendo coberturas, lo que puedes hacer es contactar con un mediador de seguros, como un servidor ; te explicaré detalladamente que seguro necesitas en cada situación. Estaré encantado de poder ayudarte y aclarar tus posibles dudas. Ponte en contacto en el teléfono 626 74 37 35 mediante llamada o mensaje de wasap. También puedes mandar un mail a jaguillen@generalimediadores.es
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